Mirada

La celulitis es una inflamación del tejido subcutáneo, formando nódulos de grasa en forma de pequeños hoyuelos, los llamados adipocitos, formando un tejido adiposo. Afecta, aproximadamente, al 90% de las mujeres.

La celulitis puede venir causada por el estilo de vida, por una mala alimentación, por el sedentarismo, mala circulación y/o falta de ejercicio. Cuanto más mayor se es, más probabilidad hay de que la grasa se acumule, dado que se hace menos ejercicio y que es más fácil que las células adiposas cumplan peor su función.

Hay diferentes tipos de celulitis, como son la celulitis blanda, cuando el tejido está flácido. Otro tipo es la celulitis dura, es cuando el tejido está compactado. También podemos encontrar una celulitis edematosa, cuando el tejido está hinchado y con retención de líquidos. Y por último, la celulitis fibrosa, la más difícil de eliminar y la más dolorosa.

Lo más habitual es que la celulitis se presente en las piernas, pero también puede aparecer en el abdomen, los glúteos, brazos y otras zonas.

Cuando la dieta o el ejercicio no son suficientes para eliminar ese exceso de grasa, se puede recurrir a tratamientos que devuelven al cuerpo una figura más lisa y estilizada.

Con el paso del tiempo, a causa del envejecimiento, la piel va perdiendo firmeza y se vuelve más flácida, debido, primordialmente, a la reducción de colágeno y elastina, que son las proteínas encargadas de mantener el soporte, la firmeza y la elasticidad en el tejido de todo el cuerpo.

La flacidez también puede aparecer por la falta de ejercicio físico, los cambios bruscos de peso (ya sea debido a una dieta estricta o un mal hábito alimenticio), cambios hormonales (asociados a la menopausia) o la excesiva exposición al sol.

Las zonas más habituales donde se produce la flacidez son la cara interna de los brazos, abdomen, cara interna de los muslos y glúteos, además del rostro y cuello.

Hay diferentes herramientas y técnicas no invasivas para tratar la flacidez. La finalidad es lograr una piel joven, firme y lisa gracias a la estimulación del colágeno y la elastina.

Cuando las células que se encargan de almacenar la grasa, llamadas adipocitos, comienzan a crecer y se acumulan de una manera descontrolada, se produce la piel de naranja, sobresaliendo de la epidermis y apreciándose a la vista.

Entre las causas más propensas a la aparición de la piel de naranja pueden ser una dieta poco saludable, la falta de ejercicio o desórdenes hormonales.

El propósito del tratamiento es disminuir el exceso de grasa acumulada en la piel para que aparezca más lisa, hidratada y suave a la vista de todos.

Las piernas es la zona del cuerpo que más sufre el cansancio del día a día. Estar mucho tiempo de pie, o mucho tiempo sentado, una mala postura, la falta de ejercicio, cambios de temperatura, el exceso de calor o la mala circulación producida por el uso de prendas estrechas, son las causas de unas piernas cansadas, doloridas o inflamadas. Los efectos de tener piernas cansadas son dolor, cansancio, hormigueo, etc.

Existen distintos métodos para eliminar los síntomas de las piernas cansadas y recuperar la vitalidad en el día a día. El objetivo de cualquiera de ellos, es mejorar la circulación sanguínea, mejorar el aspecto hinchado y calmar la sensación de pesadez.

La retención de líquidos o edema es una acumulación de líquidos que el cuerpo no es capaz de eliminar y que se retienen en una zona concreta del cuerpo. Las causas son por mala hidratación, falta de ejercicio físico, una alimentación con muchos alimentos ricos en sodio, cambios hormonales o estar mucho tiempo de pie. Los síntomas de la retención de líquidos son hinchazón en las piernas, aumento de peso sin motivo evidente y posible dolor.

Las zonas más habituales donde se puede apreciar la retención de líquidos son en las piernas y en el sacro.

El tratamiento de edemas consiste en la eliminación de los excesos de líquidos acumulados mediante un drenaje linfático en la zona afectada, ya sea con presoterapia, drenaje manual u otros métodos. El resultado es la pérdida de volumen y una recuperación del estado del tejido.

La insuficiencia venosa es una patología crónica. Es la incapacidad que tienen las venas de las piernas de empujar la sangre hasta el corazón, estancándose esta y haciendo que las venas pierdan su elasticidad, dificultando la circulación y favoreciendo a la hinchazón y cansancio de piernas.

El sobrepeso, la vejez o la falta de ejercicio son algunas de las causas más comunes de la Insuficiencia Venosa.

El tratamiento de insuficiencia venosa evita la formación de varices, libera del cansancio del día a día a las piernas, y fomenta la buena circulación sanguínea.

Los excesos de piel que se acumulan en el abdomen, en la espalda o en los dorsales se llaman pliegues. La causa de su aparición se debe a diferentes causas, entre ellas, la pérdida rápida de peso, los embarazos, la vejez…

El propósito de cualquiera de nuestros tratamientos es estimular la creación de colágeno y elastina con la finalidad de Reducir y Alisar los pliegues, además de que la piel luzca más joven e hidratada.